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Día de San Valentín 2013, recibimos una llamada del nefrólogo de mi esposo. Una semana antes no teníamos idea de qué era un nefrólogo. Y los médicos no suelen llamar con resultados de biopsia al día siguiente. Algo no estaba bien.
Comenzó cuando nuestro nuevo médico de familia realizó una serie exhaustiva de pruebas en todos sus nuevos pacientes. Mi esposo resultó tener un recuento de proteínas extremadamente alto en su orina. Nos remitieron a un nefrólogo para descubrir por qué, ni por un minuto imaginamos algo realmente malo con él.
El nefrólogo también no sabía cómo explicar el recuento dramático de proteínas y planeó una biopsia de riñón el día antes del Día de San Valentín. Día de San Valentín, recibimos la llamada. A mi esposo le habían diagnosticado un trastorno sanguíneo extremadamente raro llamado amiloidosis, en particular la amiloidosis AL.
